La presencia de la iglesia bautista en Costa Rica se remonta a principios del siglo XX. La primera congregación bautista fue establecida en 1888 por misioneros procedentes de Estados Unidos, quienes compartieron su pasión por el evangelio y su compromiso con la enseñanza bíblica también. A lo largo de los años, estas primeras semillas de fe fueron creciendo y extendiéndose a diversas comunidades del país.
El movimiento bautista en Costa Rica ha estado marcado por su énfasis en el estudio de la Biblia y servicio a la comunidad. A medida que las congregaciones bautistas se multiplicaban, se fue formando una red de iglesias que compartían recursos, programas de capacitación y esfuerzos misioneros.
En las décadas siguientes, los bautistas costarricenses han jugado un papel significativo en el desarrollo social y espiritual del país. Han establecido instituciones educativas, programas de asistencia social y diversas iniciativas comunitarias, siempre con el objetivo de reflejar el amor y la gracia de Dios en cada acción.
Al día de hoy más de 170 millones de creyentes bautistas sirven a Dios y a sus comunidades en todo el mundo. Son parte de una antígua tradición cristiana profundamente arraigada y bien organizada. Esta consolidación y organización se deben en gran parte a su fidelidad inquebrantable a las Escrituras. Creemos que la Biblia es la única y suficiente guía para nuestra fe y práctica, y nos esforzamos por vivir y enseñar conforme a sus principios. Esto nos permite mantenernos centrados en las enseñanzas puras y originales de la Biblia, sin añadir interpretaciones o doctrinas de terceros.
Acércate a la iglesia bautista Comunidad Gracia y Paz en tu comuinidad, donde la Palabra de Dios es nuestro fundamento y guía en todas nuestras actividades y enseñanzas.
En octubre de 2023, Dios abrió una puerta en Santa Teresita de Aserrí. Con un grupo de misioneros bautistas de Dakota del Sur, realizamos un estudio sobre la fe y espiritualidad en la comunidad. Durante una semana, entrevistamos a muchas personas, escuchamos sus historias y comprendimos su gran necesidad espiritual. Nos encontramos con corazones sedientos de verdad, con preguntas profundas y con un anhelo sincero de conocer más de Dios.
Fue así como algunas familias abrieron sus hogares para el estudio de la Palabra y reuniones de oración. A partir de ese momento, iniciamos un proceso de evangelización y discipulado que, para febrero de 2024, ya reunía cerca de 40 personas, incluyendo adultos, jóvenes y niños, quienes comenzaron a conocer el evangelio y la voluntad de Dios para sus vidas. Ese mismo mes, con fe y determinación, alquilamos una casa que se convirtió en la sede de nuestra misión. Allí dimos inicio a reuniones dominicales, discipulados y actividades para adolescentes y niños.
Dios ha provisto en cada paso. Gracias a la generosidad de los misioneros que nos acompañaron en los inicios, pudimos adquirir sillas y equipos audiovisuales, y poco a poco equipamos la cocina de nuestro espacio de reunión.
No ha sido un camino fácil. Enfrentamos oposición de algunas iglesias cercanas y sufrimos momentos de persecución que afectaron la asistencia. Sin embargo, nuestra fe no se ha debilitado, sino que hemos permanecido firmes en la tarea de evangelización y discipulado, confiando en que el Señor sostiene Su obra.
El 2024 fue un año de gran avance. Gracias al apoyo de ministerios como GC2, Palabra de Vida, Camp Britney y pastores amigos, logramos un acercamiento significativo con la comunidad a través de brigadas médicas, actividades en escuelas públicas, festivales deportivos y más. Hoy, la percepción de la comunidad hacia nuestra misión ha cambiado positivamente. Ahora, en lugar de recelo, encontramos gratitud y apertura.
Para enero de 2025, alcanzamos una asistencia promedio de 30 personas en nuestras reuniones dominicales. Además, Dios está obrando en la juventud: cada sábado, un grupo de 15 jóvenes se reúne para crecer en la fe, y la gran mayoría de los asistentes ha tomado el paso del bautismo o se encuentra en preparación para ello.
Hoy, iniciamos una nueva etapa en la formación de la iglesia. Nuestro objetivo es consolidar la membresía y formar líderes y servidores que continúen extendiendo el reino de Dios en esta comunidad.
En resumen, Dios ha sido bueno y ha confirmado Su llamado. La gran comisión sigue en pie y el evangelio ha llegado a Santa Teresita de Aserrí, Salitrillos y San Rafael Arriba de Desamparados. Con gran optimismo y expectativa por lo que Dios hará en este 2025, le pedimos que se una en oración por nuestra misión Comunidad Gracia & Paz, para que Su obra se cumpla a cabalidad en este lugar.
¡Oremos juntos, trabajemos juntos y confiemos en que Dios hará cosas aún mayores!